viernes, 18 de julio de 2008

El ALPE se defiende. ¿De quién es la "criollada"?

La Cámara Peruana del Libro ha contestado a través de su secretario Jaime Carbajal, sobre el veto impuesto al ALPE (ver cronología de los hechos en el post anterior).

El pensamiento primitivo de la Cámara, y sus métodos (leer comentario de Vice-presidente del Alpe, Pierre Emile Vandoorne), nos siguen causando consternación:

* Entrevista a Jaime Carbajal, Secretario de la Cámara Peruana del Libro (Fuente: PERU21, Jueves 17 de julio de 2008)

Perú21: ¿Por qué, si Peisa alquiló cuatro stands para la ALPE, ustedes deciden resolver el contrato y dejarla sin espacio en la Feria del Libro?

Carbajal: Quiero explicarle el proceso de adjudicación de stands. Primero se hace una preventa, donde solo pueden participar los socios de la Cámara, quienes tienen un precio especial. Aquí Peisa se adjudicó ocho stands. Además, pidió cuatro espacios adicionales. No le pusimos ninguna objeción porque no hay un tope para comprar espacios. El problema aparece cuando la directora cultural de la Feria del Libro recibe peticiones de la ALPE alegando que ellos habían pagado por sus stands. “Tenemos cuatro espacios”, le dijeron. Peisa compró espacios para la ALPE en una preventa destinada solo a socios de la Cámara. La ALPE no debió participar de esta preventa pues no es socia de la Cámara.

ALPE >> Cuando Peisa arrienda los cuatro espacios adicionales, lo hace con la declaración expresa que esos cuatro stands serán para comercializar los libros del ALPE. Peisa arrienda estos stands como Representante Comercial del ALPE, lo que se declara en la ficha de inscripción. Esto es completamente legal. Por ejemplo, el stand de la feria, que todos conocemos como el stand de El Comercio, no es contratado por El Comercio, sino por una empresa distribuidora que comercializa el diario y sus productos, y lleva su rótulo. De igual forma, Peisa arrendó 4 stands para comercializar los libros del Alpe.

La Directiva de la CPL acepta la ficha de inscripción (donde Peisa declara que deben poner 4 stands bajo el rótulo de ALPE – Alianza Peruana de Editores) y días después cobra el cheque. Carvajal en su declaración, se muestra sorprendido, como si Peisa hubiera ocultado al momento de la preventa, que esos 4 stands adicionales fueran para el ALPE. Pero repetimos, Peisa DECLARÓ en el momento de la preventa, y frente a miembros de la directiva de la CPL, que en esos 4 stands adicionales, se iba a comercializar los libros del Alpe.

Algunas editoriales del ALPE, pedimos fechas para presentaciones de libros (que se dieron) y se le comentó a la directora cultural de la feria, Doris Moromisato, que los libros estarían a la venta en un stand de la feria. Esto es lógico. Una presentación de un libro del ALPE supone la venta de ese libro en el stand que PEISA alquiló para comercializar los libros del ALPE.

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Perú21: ¿Tiene pruebas de que Peisa subarrendó los cuatro stands a la ALPE?

Carbajal: Sí. Acá tengo un correo electrónico que el señor Pierre Emile Vandoorne (socio de la ALPE) le dirige a uno de sus asociados, donde le refiere el mecanismo que han encontrado para participar de la Feria, que era alquilar los stands a través de Peisa. Nos estaban sacando la vuelta. Segunda falta: en el correo se les indica, y cito, “el costo de participación de cada miembro de la ALPE”. ¿Acaso esto no es un subarriendo? Luego, precisan que al alquilar el espacio tendrán “un descuento debido a la tarifa preferencial que hemos obtenido”. Claro, obtuvieron una tarifa especial porque los alquilaron a través de Peisa, pero el descuento no les corresponde. Aquí no hay discriminación. No hay veto, pues todas sus actividades están en nuestro programa cultural. Lo que nosotros no vamos a permitir es la criollada. Han querido sacarle la vuelta a nuestro reglamento.

ALPE >> El señor Carbajal parece hablar así por desconocimiento. En la FIL 2007 y en la FIL 2006, ya una asociación de editores independientes, PUNCHE Editores, había alquilado stands en la feria, con el beneplácito de la cámara, y escogiendo a una de sus editoriales como Representante Comercial. Por eso lo que hace Peisa al arriendar 4 stands adicionales, para comercializar los libros del Alpe, no es ninguna “criollada”. Es exactamente el mismo trámite legal hecho por Punche Editores, solo que en un nivel macro.

Carbajal insiste que hay un sub-arriendo de Peisa (si lo fuera, entonces el stand del Comercio, y varias empresas más serían parte de un sub-arriendo). Muestra un correo donde Pierre Emile Vandoorne (Vice-Presidente del Alpe) encuentra un “mecanismo” para que el Alpe participe de la feria: alquilar los stands a través de Peisa. ¿Es esto acaso un crimen? Repetimos. Si Punche Editores escoge a una de sus editoriales para que alquile un stand, es 100% legal. Si El Comercio escoge una distribuidora para que alquile un stand, es 100% legal. Si el ALPE escoge a una de sus editoriales, para que alquile un stand, es 100% legal. ¿Acaso tenemos que explicarlo con diapositivas?

Como dice Iván Thays en su “Notas Moleskine

"...la figura del "sub-arriendo" implica una situación de aprovechamiento de una editorial con fines de lucro. Es decir, ofrecerle a un negocio libresco un lugar mejor y a un precio más atractivo al que le ofrece la misma CPL, aprovechándome de mi condición de socio. ¿Se da esa figura en este caso en particular? De ninguna manera y por un hecho concreto: Peisa no es ajeno al ALPE sino que es parte activa de esa Asociación. Por tanto, los intereses del ALPE son los mismo que los de Peisa…Ante ese simple y demostrable hecho, lo que resulta una "criollada" es que Jaime Carbajal pretenda confundirnos y dé como prueba del sub-arriendo un email donde los asociados del ALPE detallan las condiciones como consiguieron esos stands. ¿Es que ahora, súbitamente, a la CPL le preocupa la forma en que sus socios pagan sus stands? ¿Qué importancia tiene si esos stands son pagados por la editorial de su bolsillo, a través de un préstamo, una subvención, por la mamá millonaria del editor o por una chanchita entre los chicos del barrio? Mientras sea legal, la forma como cada socio financia sus stands no debería importarle a la CPL."

Además, como afirma Pierre Emile Vandoorne en una última entrevista al diario Correo: las editoriales del ALPE nos estuvimos organizando “para ver cuánto nos va a costar la instalación, el alquiler de muebles, el transporte, para vender nuestros propios libros. Eso no tiene por qué asumirlo Peisa. Peisa tiene que comercializar y distribuir nuestros libros en la Feria. Nosotros corremos con los gastos de publicidad, instalación, etc”. Esa es la razón por la que nos mandamos mails donde se habla de cuánto debe ser el aporte de cada editorial asociada. El señor Carbajal puede hacerlos públicos para que se note lo claro de nuestra posición.


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PERU21: ¿Ustedes ven la ALPE como un rival, tienen anticuerpos contra Germán Coronado, de Peisa?

Carbajal: Yo no tengo nada contra el señor Coronado. Sus libros se venden en mis librerías y creo que ha hecho una gran labor como editor, a pesar de que ha perdido a sus más importantes escritores. Nosotros saludamos y vemos con simpatía la creación de la ALPE.

PERU21: Sin embargo, la califican de informal.
Carbajal: No está inscrita en los registros públicos. Pero yo no la considero informal.

PERU21: En una circular la califican así (le mostramos el documento).
Carbajal: (Silencio) Es una apreciación jurídica por no estar en registros públicos.

ALPE >> En esta parte de la entrevista, está claro el espíritu de la CPL de no querer colaborar con una Alianza Peruana de Editores. Si Punche Editores, que tampoco estaba inscrita en registros públicos, no tuvo problemas en tener un Representante Comercial, y acceder al alquiler de un stand … ¿por qué al ALPE se le ponen tantas trabas?


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PERU21: En la misma circular, señalan que la revisión de las inscripciones se debió a “la escasa disponibilidad de stands”. Pero, ese mismo día, en otra carta, le ofrecen a ALPE cuatro stands “a mitad de precio”. ¿Faltaba espacio?

Carbajal: Faltaban espacios preferenciales. Les hemos ofrecidos espacios distintos, con un descuento mayor al que tienen nuestros asociados. Así los apoyamos.

PERU21: Los miembros de la ALPE sintieron que pretendían comprarlos.

Carbajal: Ese es un raciocinio prehistórico. Nuestra intención era que participen.

PERU21: El problema es que esos editores se van a quedar sin espacio en la feria.

Carbajal: Peisa tiene ocho stands. Si es su distribuidor, ¿por qué no les ofrece ese lugar? Además, nuestra oferta sigue vigente. Hay cuatro espacios –a tarifa preferencial– esperando por ellos.

ALPE >> ¿Esa es la forma en que nos apoyan? ¿Queriendo que cada editorial se presente por separado? El derecho a asociarse es un derecho constitucional. Hemos hecho exactamente el mismo trámite legal que hizo Punche Editores en la FIL, los años 2006 y 2007, para alquilar un stand. El mismo trámite legal que han hecho varias empresas miembros de la Cámara. Somos la Alianza Peruana de Editores, tenemos 25 miembros y nuestro número va en aumento. No nos van a dividir.

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